La aparición del hombre ha venido desde hace millones de años, cada ser humano que ha pisado la Tierra deja un legado, unos recordados universalmente otros por quienes lo amaron. Cada ser humano ha dejado su huella impresa, su vida tuvo un sentido y una dirección, podría haber sido el arte, la política, la vida familiar, la agricultura, la ciencia; todos y cada uno de nosotros hemos manifestado el arte de pensar y direccionarlo a nuestras metas.
Los intereses humanos siempre a veces por el carácter de su contenido han sido distanciados uno de los otros, si se fue un hombre de fe, no se pudo haber sido un hombre de ciencia. La ciencia y la fe no podían antes ir de la mano, la mayoría que se consideran y se consideraron científicos hablaban el fundamento del ateísmo; pero hubo un hombre que ha cautivado tanto a la humanidad, alguien que dividió la historia y su curso que discurría sobre una fe sin inteligencia. Y es que aunque todos pensamos pocos desarrollan el arte de pensar.
Esta enigmática persona considero que debería ejercerse la capacidad de pensar y reflexionar antes de creer, después venia el creer sin dudar.
Jesucristo fue un ser sin igual que ha dejado muchas interrogantes de su existencia, ya que no fue una persona con una personalidad predecible, cada acto dejaba atónito, cuando debía callar, hablaba, y cuando debía defenderse y hablar, callo. El representa a alguien tan diferente a como la mayoría de personas nos conducimos en la vida que se ha puesto en interrogantes si realmente existió.
Profundicemos en el aspecto de su peculiaridad y si pudo haber existido alguien así alguna vez. Aunque muchos lo consideraron el "rey de Israel" no posee todas las características que encasillamos de un héroe o un rey. En tiempos anteriores grandes escritores como Homero escribieron sobre héroes mitológicos como Ulises, que lucharon contra viles criaturas, otro ejemplo claro de cómo debería ser un héroe es Don Quijote de la Mancha, él demuestra cuales deberían ser las características de una persona para ser un digno caballero, él deseaba serlo; oh los relatos sobre semidioses como Hercules. Jesús no vino en un caballo blanco a salvar a la humanidad, ya que en tiempos antes su nacimiento, se hablaba de la venida de un salvador, nadie imagino que su entrada triunfal iba ser en un burro. Esto es incoherente para la idealización que se tiene sobre un rey o un héroe. Por estos argumentos se puede decir que él si fue un ser que existió, ya que no vino con la grandeza que un escritor hubiera tenido para su personaje principal.
No tenemos un diario, un video o un cuerpo que demuestre la existencia de Jesús, sólo poseemos los evangelios como pruebas de su vida; ¿Cómo saber que estas personas no escribieron la obra más magistral? No por su contenido literario, si no porque ha sido el libro ha sobre pasado líneas del tiempo, cultura, idiomas, y que ha sido sagrado en la existencia de la humanidad. La forma en que se escribieron los evangelios, la manera en que relatan la vida de Jesús, según el estudio de un Psiquiatra demuestra que no se buscaba hacer un libro "best seller" solo narra los hechos que se vivieron y que marcaron muchas vidas.
Con todo esto me ha quedado una duda, la personalidad de Cristo trascendía, rompía parámetros y expresaba una sencillez y humildad no antes y que no ha sido vista. El no quería poderío político ni ostentación social, entro a Jerusalén en un burro. Bueno ahora mi interrogante, es que estando él vivo no quería poder ni status social, con su entrada triunfal demostró que no quería ningún tipo de extravagancias, pero actualmente en las procesiones, en el mundo religioso católico, su imagen es bañada en oro y plata y cada imagen puede valer más que un salario anual dentro de mí país, realmente Jesús ¿quisiera entrar de esa manera triunfal? ¿Dónde quedo sus objetivos inculcados en el camino de la humildad? No critico en ningún momento la vida de Jesús, más cuestiono que de lo que él fue a como se le recuerda y se le conmemora hay una linea muy delgada que se puede romper a veces.
Como persona lo admiro y es un gran ejemplo pero la deidad que manifiesta la iglesia de un brilloso oro es para mí una contradicción con lo que predico...
