Estaba sentada en la clase de filosofía, mientras todos estaban escuchando el tema de ese día, mi mente divagaba, porque me di cuenta que yo nunca voy a ser yo, siempre evolucionare, algún día podre decir yo nunca me casare y terminare casándome, podre decir muchas cosas, podre soñar muchas esperanzas e ilusiones pero todo cambia.
Estoy comenzando un nuevo año, lo ideal, para todos para volver a renovarse, mudar de piel, es como si deseáramos tanto empezar de nuevo, hacer dietas que no hicimos, buscar trabajo, mejorar la vida que tenemos.
Estoy nerviosa y algo pasmada, creo que empecé el año con una noticia poco gratificante, me duele y me hace sentir vulnerable, lo inesperado me sumerge, dicen que duele el corazón pero a mi no me duele, al contrario siento que late a la perfección, lo que me lastima son todos esos pensamientos en mi cabeza, que hacen que tenga miedo, de sentir arrepentimiento de las decisiones que tome.
Sueno cobarde al mencionar todo esto, pero se que ese dolor que siento ahora, que me hace sentir desnuda ante mis sentimientos, sin ningún escudo, me volverá más fuerte, por lo que es necesario sentirlo.
Aunque en este momento mis ideas me lastimen más de lo que cualquiera pudiera decirme.
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