lunes, 1 de noviembre de 2010

EN ESTE APOSENTO


Un momento de soledad por los momentos tristes
Un brindis por los días felices
Mi canto resuena en toda la habitación
Sea blanco sea impuro
Sea olvidado o debidamente manifestado
Todo surge por alguna razón

He contado las veces en que mi corazón se contiene
lo he visto sofocarse de emoción
no siempre he tenido el control
y es que en este lugar no todo ha sido igual
hay instantes que quisiera volar muy alto
pensamientos recurrentes de una vida lejos de esta realidad
ilusiones de un porvenir mejor
ideas fugaces de hechizos que me quitaran de la escena
conclusiones precipitadas de un destino que no me corresponde.

Desojando a través de mí
he descubierto una espiga
pequeña tan diminuta que no la había visto
sensible al contacto
pero punzante e inevitablemente cortante

Me he enmendado en repararla
la he quitado, la he ocultado la he pegado
nada parece dar resultado
es hasta hace poco
que me he dado cuenta que no hay nada que pueda hacer
esa bastarda y rebelde espiga
es parte de esta habitación
y no hay nada que yo pueda hacer
no hay nada que pueda hacer para cambiar lo que ya estaba ahí antes de mí
pero puedo cambiar los ojos del artista
he de cambiarlos por unos que miren en otra dimensión
ahora esa horrenda espiga ya no es tan horrenda
es hermosa y sin ella no sería el mismo lugar
descubrí ver lo bello donde parece ver desesperanza
ver alegría donde parece gris
no cambie a la espiga
cambie estos ojos que no querían ver
porque todo puede ser maravilloso
solo cambia tus ojos de madera
rígidos y pre juiciosos
por los de la sorpresa y sobretodo cambia tu...

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